PRECISIÓN EN TIERRA Y BAJO EL AGUA
PRECISIÓN EN TIERRA Y BAJO EL AGUA
El primer reloj de inmersión disponible en el mercado mundial fue introducido por OMEGA en 1932. Llamado el Marine, utilizaba una ingeniosa y patentada caja doble sellada con corcho, para mantener el agua alejada del interior del reloj. Llevando la innovación más lejos, OMEGA también presentó un cierre ajustable con extensión para que los buceadores pudieran ajustar el reloj cómodamente a su muñeca.
El OMEGA Marine se convirtió en un éxito inmediato y contribuyó a que una profesión muy peligrosa fuera mucho más segura. Para muchos pioneros del buceo, fue el reloj elegido. A más profundidad que cualquier otro reloj, se probó con éxito en el Lago Lemán -no lejos de la sede de OMEGA- a 73 metros de profundidad. Cinco años después se realizaron pruebas de laboratorio aún más rigurosas y se comprobó que el reloj era completamente hermético hasta una profundidad de 135 metros.